Ahora justo antes de que arrecie el latigazo meteorológico con el que entrará de lleno el otoño y tengamos que abandonar definitivamente esa agradable sensación de ir sin medias podemos aprovechar los últimos días de nuestros zapatos primaverales, durante lo que se llama el «veranillo de San Miguel». Como estos que vi por la calle, color azul Klein, de tela, unas bailarinas peep toes con adorno de frunce en el empeine. Su dueña me contó que los había comprado en Zamora.
Me da pena pasar de estación en parte porque ya no veré zapatos de colores tan luminosos en las calles…
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